Diferencia entre una garantía y un seguro

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Cuando adquirimos un producto nuevo como una computadora, un smartphone o un vehículo, generalmente surgen dos conceptos asociados con esta compra: la garantía y el seguro. Quizá más de uno nos hemos preguntado en algún momento cuál es la diferencia entre ambos y si es posible prescindir de uno.

En este blog te contaremos sobre las características principales de cada una de estas coberturas y en qué momento el usuario las puede hacer válidas.

¿Qué es una garantía?

La garantía es una promesa, por parte del fabricante o vendedor, que respalda el funcionamiento óptimo del producto que el consumidor ha adquirido. Por ejemplo, al comprar un iPhone, la compañía ofrece una garantía con una vigencia de 1 año en caso de existir alguna falla en el rendimiento del teléfono. Lo mismo sucede al adquirir un coche, la garantía que incluye el vehículo cubrirá alguna anomalía de éste en un periodo específico. 

Generalmente las garantías cubren los primeros años de uso del producto, así, una computadora podrá tener máximo dos años de garantía mientras que la línea blanca cuenta con hasta 10 años.

Existen tres tipos de garantía a las cuales los consumidores pueden tener acceso:

  • Garantías escritas: este documento viene adjunto por escrito en la compra del producto. Con esta garantía, el usuario podrá saber con exactitud qué es lo que el fabricante cubrirá en caso de anomalías. 
  • Garantías verbales: Se trata de una promesa verbal, generalmente esta acción es muy informal pues no hay algún documento que respalde dicho pacto.
  • Garantía implícita: Este tipo de garantía no viene explícitamente escrita, sin embargo, está amparada por la ley. Encontramos dos tipos de garantía implícita: de comerciabilidad y de aptitud. La primera hace referencia a la promesa que el fabricante defiende sobre su producto, entonces si vende una lavadora, se espera que el producto lave. La segunda está sujeta a la recomendación del experto, si el vendedor dice que un producto funciona mejor respecto a otro para fines muy específicos, se espera que cumpla la función recomendada.

¿Qué es un seguro?

A diferencia de la garantía, el seguro no siempre viene implícito en la compra de un producto. Éste se refiere a un contrato voluntario que el consumidor hace, ya sea con el fabricante o con una empresa externa que promete asegurar el producto contra algún accidente. 

Seguimos con el ejemplo del iPhone. Después de adquirir el smartphone, se habilita la opción de contratar un AppleCare +, que se refiere a un seguro que cubrirá algunos accidentes como las pantallas rotas o incluso, robo. Por otro lado, los seguros para vehículos generalmente se contratan con empresas externas a la que vende el producto.

A diferencia de las garantías, las pólizas de seguros pueden pactarse a lo largo de la vida del producto adquirido y no solamente en etapas iniciales. Sin embargo, con los nuevos modelos y esquemas personalizados, el periodo de utilidad del bien a asegurar puede influir en el precio de las primas, por lo que siempre es recomendable que tengamos un uso responsable para un mejor rendimiento.

Existen muchos tipos de cobertura en función del producto a asegurar, por ejemplo, las pólizas de seguros de vehículos pueden incluir:

  • Cobertura de responsabilidad civil
  • Cobertura de colisión
  • Cobertura contra todo riesgo
  • Cobertura contra conductores sin seguro

Es importante recordar que cada aseguradora tiene cláusulas que indican cuáles serán los daños a cubrir por las pólizas, por lo tanto, se recomienda investigar cuál es la que mejor se adapta a las necesidades de los clientes.

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