El teletrabajo es el modelo laboral en que los colaboradores de una empresa desempeñan sus actividades sin la necesidad de estar físicamente en las instalaciones de la organización. Este esquema está soportado por las diferentes tecnologías de la información y comunicación que permiten el intercambio de datos en tiempo real.
Existen diferentes modalidades de teletrabajo:
- Autónomo
- Suplementario
- Móvil
Teletrabajo autónomo
Esta modalidad se refiere a los trabajadores independientes o “freelancers” o empleados que utilizan las TICs para desempeñar sus actividades.
Estos profesionistas utilizan su domicilio para laborar en su día a día y, si son empleados de alguna empresa, se presentan en las instalaciones en ocasiones extraordinarias.
Teletrabajo suplementario
Son los colaboradores de una empresa que alternan sus actividades en oficina y otro espacio fuera de ésta.
En esta modalidad, se depende de la presencia de los trabajadores en las instalaciones de la organización para funciones específicas, por ejemplo, supervisar maquinaria o redes de conexión.
Teletrabajo móvil
Al igual que el autónomo, en el teletrabajo móvil o “workshifting”, las personas pueden ser o no empleados de una empresa. La característica principal es que estos profesionistas pueden desempeñar sus actividades en dispositivos móviles, es decir, no están limitados a ejercer en algún lugar en particular.
Retos del teletrabajo
Hace un par de años, la modalidad de trabajar “desde casa” resultaba utópica para las empresas, sin embargo, con la llegada de la pandemia de COVID-19, la forma en que operaba el mundo cambió de una forma radical.
En la actualidad, cada vez es más común las personas que se desenvuelven profesionalmente de manera remota, sin embargo, la implementación del teletrabajo en los corporativos requiere de ajustes organizacionales y cambios de mentalidad importantes en el organigrama empresarial.
Este año 2021, en México se dio a conocer la actualización del artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo referente al teletrabajo y home office. En estas reformas se abordan las obligaciones que tanto empleador como empleado deben cumplir bajo estas modalidades laborales, algunas de ellas son:
- Ofrecer y dar mantenimiento a los equipos y herramientas necesarias que el colaborador necesita para desempeñar sus actividades (computadoras, escritorios, sillas, etc.)
- Implementar mecanismos de ciberseguridad para la protección de la información empresarial.
- Respetar el derecho a la desconexión de los colaboradores una vez finalizada la jornada laboral.
- Cumplir en tiempo y forma con los pagos de nómina, así como las prestaciones estipuladas por la ley.
Con estos nuevos requerimientos se abre camino a algunos retos tanto para las empresas como para los colaboradores para una correcta relación laboral.
Uno de los principales desafíos es la adopción de nuevas formas de comunicación y supervisión. Como se ha podido ver en diferentes ámbitos en estos últimos años, no todas las personas estaban acostumbradas a comunicarse de manera eficiente por medios digitales, lo que implica mucha interferencia en los canales de comunicación (en este caso, laboral) y como consecuencia, el receptor no tendrá el mensaje adecuado para llevar a cabo alguna actividad.
Es por ello que las organizaciones implementan capacitaciones enfocadas en el manejo de dispositivos electrónicos para una correcta comunicación organizacional. Además de rediseñar los canales corporativos para un mejor flujo de información.
Quizá uno de los principales desafíos frente al teletrabajo es la separación de trabajo – tiempo personal. Con la reforma de la Ley Federal del Trabajo y la implementación de la NOM 035 sobre la prevención de factores de riesgo psicosocial, las empresas están obligadas a establecer ciertos protocolos, entre ellos, las jornadas de trabajo saludables. Sin embargo, la diversidad generacional en los equipos de trabajo y los liderazgos empresariales tradicionales continúa siendo un factor que, en muchas ocasiones, retrasa el avance de los nuevos esquemas organizacionales.
